Un futbolista estaba enojado Brasil por una pelota de goma que desapareció mientras era arrastrada por un policía tras una discusión con un equipo rival para finalizar un partido disputado la noche del miércoles en Goiás (región central del país), según denuncia de su club, Gremio Anápolis.
Los hechos ocurrieron al final del partido entre el Gremio Anápolis -de local-, y el Medio Oestecorrespondiente a la segunda división del campeonato regional de Goiás, que finalizó con Victoria Visitante por 1-2.
Tras el pitido final, se produjo una discusión entre los jugadores de los dos equipos en el cesped, en un momento en el que los agentes del Policia militar.
En las imágenes que circulan en las redes sociales aparece uno de los policías, con un arma larga en la mano, golpeando primero a un jugador de Gremio Anápolis y luego desapareciendo sobre el portador del balón. Ramón Souzaque estaba a un viaje en metro de distancia.
El guardia, de 22 años y con una amargo visible en la piernaFue atendido por los servicios médicos del Césped y trasladado en ambulancia a un hospital, aunque desconocía su estado.
La acción provocó críticas del mundo del fútbol y del gobierno del presidente. Luiz Inácio Lula da Silva.
«NACIONES UNIDAS acto horrible, impensable y criminal de alguien que debe proteger la seguridad e integridad de las personas que se encuentran en el Estadio Jonás Duarte“, denuncia al finalizar el partido de Gremio Anápolis.
El club anunció en una nota que habrá que tomar medidas “para que el responsable fue sancionado y que la justicia lo haya hecho, para que este hecho criminal no quede impune”.
Según medios locales, la policía militar del estado de Goiás “determinó inmediatamente la apertura de un procedimiento administrativo para comprobar los hechos.
EL El Ministerio de Deportes expresó su “consternación” por los “tristes acontecimientos”.
«La acción desproporcionada y violenta (…) es inaceptable y debe ser rechazada violentamente», señala la nota, que escribe «una investigación rigurosa y transparenteque es responsabilidad de los involucrados y la implementación de medidas que impliquen la repetición de cuentos reales”, según el texto.