Si decide, en el mundo empresarial, que ante la marcha de un «megamanager» insustituible por su talento, el sucesor deberá contar con el apoyo de su grupo de trabajo con la esperanza de que los más grandes pensadores mitiguen su ausencia. En Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, se han tragado sus victorias en Sevilla, los alcaldes de su historia y Víctor Orta no puede equiparlo, y tienden hacia lo imposible de que lo iguale, pero en su tránsito por Luis de Morales, es recibir eso. juzgue con ecuanimidad. Si culpamos a Orta del despido de Mendilibar, de la no renovación de Quique Sánchez Flores o del expediente “gastronómico” de Diego Alonso, pero aquí está perdido, con gran… Ver más