Carlos Alcaraz Hay una contundencia en el estreno. Plácido ante J.J. Lobo, 25 años y 107 años en el mundo, que de lobo solo tiene el apellido. No hay sufrimientos ni fantasías en el antebrazo del español que, sin embargo, está protegido durante la hora y 51 años durante el encuentro, y tiene taladra con los sueños de minimizar el peligro desatado y desordenado estado de unidense. La empresa de Alcaraz tiene un primer problema para entender que todo está en su cabeza y que la línea de trabajo está ahí: seguir el camino de los rivales hasta que el medio desaparezca.
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El murciano venció con un calendario empatado y con tres errores cometidos en el partido inicial que disputó ante el Wolf, que le calificó de «perdedor acertado» y se impuso con un 1-0 inesperado. El Estado unidense, de hace 25 años y 107 años del mundo, sólo tiene una noticia con una victoria en este curso en una plaza oficial de la ATP, por sus derrotas; y sus 17 fiestas en tierra en su carrera. Y disfruta de la duración de estos cinco minutos de fama.
Siempre es difícil para los principiantes. En cualquier otra cosa que no sea Gloria, cuando alguien se conecta con Victoria es porque es la mayor obligación hacia la otra cosa. Por eso plantas Alcaraz. Hoy bastan cinco minutos de zozobra para que el cielo mejore y eso lleva mucho tiempo. Apunta con los sueños y con las ganas de no tener cabriolas, que tenga la protección suficiente para devolver la pelota con la velocidad con la que llega, que tenga la fuerza de los músculos y se atiza en todos los sentidos como si fuera para la vida y hola.
Esto no descarrila el poderío de Alcaraz, que sabe moverse bien con su rival con altas y escoltas y derechas que le pueden pasar con Venecia. Aunque es necesario reconocer esta esencia que se detuvo en el camino desde abril, cuando el antebrazo llegó a problemas físicos, físicos y mentales también. Anima el murciano, que son círculos que pasan sin herencia, y hay varios «Vamos» que también levantan la moral del público, y además son adorados por el terreno y la hora.
Si Alcaraz y otro Lobo son asesinados como si no hubiera pasado la noche, las caídas se multiplican y la falta de recurso es evidente. Quería tener una respuesta ante el príncipe de los muertos, pero aquí está el maestro, que no es el único que deja la muñeca suelta, pero sabe reaccionar cuando responde. Creas el Estado unificado, pero son cuatro años más que los españoles.
Además, en el desarrollo de Alcaraz preferirá jugar los 120 segundos entre disputar el primer set (en 33 minutos) y disputar el segundo, jugando del lado de su mano, jugando y escuchando a los dirigentes de Juan Carlos Ferrero. En tenis nunca se deja de aprender.
También para gestionar los cambiantes días parisinos. Después de los españoles, los chubasqueros ganaron las primeras victorias de Lluvia, que Asoman y Wolf lograron su segunda victoria para registrar una bola de rotura, la tercera parte. Pero miro el agua y el peligro de Alcaraz con uno solo medio y alto, que nunca llegó a su máxima potencia. El veterano ya no está en sus años de DNI.
Sin dolor aparente en el brazo, pero muy protector. Es por esto que se prepara para un sueño impoluto y se asocia con lo que va a destruir a Wolf mientras que en el momento de la fiesta comienza a sufrir un apagón físico. Es una hora, un 1-6 y un 1-3 ante Alcaraz y una Chatrier que tiene una buena entrada. Una hora muy buena.
Se trata de una veta de errores que no forzó el que acumuló a Lobo en estos dos sets y que le robó a Alcaraz. Pero también el 18 de su lado es mucho más la treintena de ganadores. Esto facilita mucho la conversación, que el español se produce una vez que la luz tiene más acción de presencia y tiene un momento de un minuto para que el técnico brille. Es como si la luz se fuera por un momento a los españoles, esos apagonas que querían limitar toda la costa, y le agarraron a Wolf una partida para el orgullo. Pero Alcaraz llama porque tiende a activar inmediatamente el interruptor de enfoque y hacer que embista con su lobo hasta que quede completamente destruido.
Alcaraz sacude los nervios y las fantasías de dolor de antebrazo con la calma del verano parisino.
Martínez, una segunda vuelta
También en segunda vuelta ha pasado Pedro Martínez, fue un trabajo y físico ante Thiago Agustín Tirante por 5-7, 6-4, 3-6, 6-4 y 6-3 en tres horas y 57 minutos. Su próximo rival, Andrey Rublev.
Este mes, además del choque post entre Rafael Nadal y Alexander Zverev (a las 15.30 horas), también comparecieron en París Cristina Bucsa, contra Yuliia Starodubtseva, y Sara Sorribes, contra Bianca Andreescu.